sábado, 3 de diciembre de 2016

Vasija de barro. Dúo Benitez y Valencia 1950

Vasija de barro. Dúo Benitez y Valencia 1950

Oswaldo Guayasamín (1919-1999) fue algo más que un destacado pintor ecuatoriano: un símbolo viviente de la riqueza cultural de su país y de todo el Continente. Hijo de un indígena de ascendencia quechua que trabajó como carpintero, taxista y camionero, Oswaldo fue el primero de diez hermanos. Amigo de poetas y artistas tan grandes como Pablo Neruda, García Márquez o Atahualpa Yupanqui, su casa era un centro de acogida para todos los que gozamos un día de su generosa hospitalidad.

«Vasija de Barro» se escribió en 1950 durante una fiesta en su casa quiteña. Inspirados en un cuadro del pintor, cuatro amigos suyos escribieron cada uno una estrofa. Fueron los poetas Jorge Carrera Andrade (1902-1978), Jorge Enrique Adoum (1926-2009), Hugo Alemán (1898-1983) y el escultor Jaime Valencia (1916-2010). Por la madrugada, los cantantes Gonzalo Benítez Gómez (1915-2005) y Luis Alberto "Potolo" Valencia (1918-1970) del famoso dúo Benítez-Valencia completaron la composición musical que sería un danzante, ritmo ecuatoriano precolombino. La letra hace alusión a la costumbre indígena quechua de enterrar a los muertos en huacos, nombre con que el que se designa a unas vasijas de barro cocido, que sorprenden por la gran calidad de su arcilla.

Es ésta la versión original de sus creadores, grabada el 14 de Noviembre de 1950 por el Dúo Benítez-Valencia, que acompaño con imágenes recientes de un Día de Difuntos en la pintoresca población de Otavalo, situada en la Sierra Norte del Ecuador.

VASIJA DE BARRO. Danzante
Música: Benítez- Valencia
Letra: Carrera Andrade, Adoum, Alemán y Valencia

Yo quiero que a mi me entierren
como a mis antepasados,
en el vientre oscuro y fresco
de una vasija de barro.

Cuando la vida se pierda
tras una cortina de años,
vivirán a flor de tiempo
amores y desengaños.

Arcilla cocida y dura,
alma de verdes collados,
barro y sangre de mis hombres,
sol de mis antepasados.

De ti nací y a ti vuelvo,
arcilla, vaso de barro.
Con mi muerte vuelvo a ti,
a tu polvo enamorado.